No me digais que no me preocupo por vosotros, el que avisa no es traidor.
Y concluyó con más datos para reflexionar en tiempos de crisis: «En los últimos diez años hemos pagado 15 millones de euros por sustituciones de profesores». O «cada año se pagan dos millones en factura de teléfono, intranet de los centros incluida».
Ya sabeis lo que implica.